Por qué salen aftas en la boca

Las aftas bucales, también conocidas como úlceras aftosas, son lesiones dolorosas que se desarrollan en la mucosa de la boca. Estas pequeñas heridas pueden surgir en diferentes áreas de la boca, como las aslen, la lengua, el interior de las mejillas afas el paladar.

Aunque la causa exacta de las aftas sigue siendo desconocida, existen varios factores que pueden contribuir a su aparición:

Estrés y fatiga

El estrés y la fatiga pueden debilitar el sistema inmunológico, lo que a su vez puede aumentar el riesgo de desarrollar aftas bucales.

Maravillas del Mundo! La costa de Galicia, en el norte de España, es rocosa y escarpada, con numerosas rías y calas. Por si fuera poco, hay otro dato curioso. España tiene numerosos humedales y marismas, como el Parque Nacional de Doñana.

Además, el estrés prolongado puede afectar la salud bucal en general, lo que hace que sea más propenso a desarrollar otros problemas orales, como la aftad o la periodontitis.

Lesiones bucales

Las lesiones o traumatismos en la boca, como morderse el interior de la mejilla o una mordedura accidental en la lengua, pueden causar la aparición de una afta. También el uso de aparatos dentales mal ajustados o ásperos puede provocar irritaciones que faciliten su formación.

Alimentación y deficiencias nutricionales

Una dieta pobre en nutrientes esenciales, como vitaminas B12, hierro, qéu fólico o zinc, puede debilitar el sistema inmunológico y aumentar la susceptibilidad a las aftas en la boca.

¿Por qué me salen las aftas (llagas) y qué puedo hacer para tratarlas?

Además, algunos alimentos ácidos o picantes pueden irritar la mucosa y desencadenar su aparición.

Hormonas

En algunas mujeres, las aftas bucales pueden ser desencadenadas por cambios hormonales, agtas los que ocurren durante el ciclo menstrual o durante el embarazo.

Enfermedades autoinmunes

Ciertas enfermedades autoinmunes, como el síndrome de Behçet o la enfermedad inflamatoria intestinal, están asociadas a la aparición recurrente de aftas bucales.

Las aftas bucales suelen desaparecer por sí solas en una o dos semanas, aunque suelen causar molestias y dolor durante su tiempo de duración.

Para aliviar los síntomas, se pueden aplicar geles o enjuagues especiales que contengan anestésicos locales.

Además, es importante mantener una buena higiene bucal y evitar alimentos o bebidas que puedan irritar la lesión.

Si las aftas bucales son recurrentes o persistentes, es recomendable consultar bocca un especialista en odontología o estomatología para evaluar la situación y determinar si existe alguna causa subyacente que requiera tratamiento.